martes, 16 de febrero de 2010

Cuarta reunión 12/02/2010

En la sesión anterior hemos reflexionado sobre las semillas que tenemos en nuestro interior, que hemos de procurar que florezcan para que den fruto. Cada uno de nosotros dará fruto según sus posibilidades, según su personalidad. Aunque todo se puede mejorar y podemos cambiar nuestros defectos, o al menos minimizarlos al máximo.
Pues bien, en esta reunión reflexionamos sobre el hecho de que esos dones que Dios nos da, hemos de ponerlos al servicio de los demás y no quedárnoslos para nosotros solos. Unos tendrán el don de dar alegría, otros el don de animar las reuniones, otros el don de escuchar al que no es oído, otros el don de dar buenos consejos, otros el don de saber acompañar a los que están solos, otros el don de enseñar, otros el don de saber dar consuelo,... cada uno tiene un don. Mirar en vuestro interior y encontrareis el don o los dones que tenéis.
Reflexionamos con la parábola de los talentos